La Trapería

¡Hola chicas…! De nuevo estamos Otoño y por lo tanto en época de calabazas, una de las épocas del año que más me gusta, por su colorido, por el clima, por ese poder dormir por las noches y hasta el poder acurrucarse en una mantita fina. El año pasado y por estas fechas hice un centro de mesa muy monstruoso con la intención de aprovecharlo en años venideros, pero… como resulta que soy “facilona de enamorar” este año no me he podido resistir a la confección de esta calabaza de la que me enamore a primera vista. Consta de seis caras las cuales hay que repetir dos veces.  Después se arma ensamblando unas a otras por medio de unos botoncitos, así, obtenemos una calabaza en tres dimensiones a la cual se le puede incorporar dentro una vela para que los motivos queden mas tétricos si cabe. Posee detalles bordados en FSL así como la hoja y esa especie de tirabuzón propio de cualquier mata de calabaza. Ya la tengo luciendo sobre mi camino de mesa con

¡Hola chicas…! Hoy os enseño un trabajo que realmente empezó siendo una prueba. Consiste en un cuenco o centro para la mesa o cualquiera de esos rincones que en toda casa suele quedar vacío.  Ja, ja, ja… Si mi marido lee esto… ¡tengo discurso de enmienda…! Esta realizado en ropa de algodón y para que tenga consistencia le he puesto foam, después flores de todas las telas que tenía en mi caja de retales … … a continuación lo he acolchándolo incorporando una lana negra que tenia por casa. En el borde un bies de raso. Otra perspectiva para mostraros la altura a la que queda. La verdad es que me gusta el resultado y no descarto realizar más, creo que como detalle para Navidad está muy bien. Besos

¡Hola chicas… y chico! Paseando por   las diferentes redes y con el propósito de inspirarme, siempre me suelo detener   en esos trabajos que la autora afirma ha hecho con restos de “esa caja que todas tenemos…”. No puedo más que pensar que esas personas guardan sus telas en “esa caja” o yo guardo retales verdaderamente pequeños ¿…?. Os aseguro que hacer algún trabajo chulo, tirando solo de esa caja, a mí me resulta imposible. Así es como empecé con la confección de mi bolso. Unas tiras de restos y… acabe tirando de mis telas, porque nunca llega Ja, ja, ja… Eso sí, siempre me sobra… Desde luego no me arrepiento en absoluto, el resultado como veis es de lo más alegre y colorido. Por dentro he puesto bolsillos todo alrededor incluidos los costados, bolsillos que me van estupendamente para alojar mi botella de agua y mi paraguas. Para estrechar la boca un poquito me han bastados unas tiras acabadas con unos yo-yos que hacen la función de esconder el nudi

¡Hola chicas… y chico! Hoy quiero enseñaros algunas de las bolsas para la ropa interior (o aquello que se precie) que he realizado para las chicas de mi familia.  Esta, con un conjunto muy juvenil para Lucía, la única sobrina que tengo por parte de mi marido y que a la vez es la pequeña de la familia.   Estas otras, para las chicas de mi parte. Aquí como veis el número aumenta, aunque además de mis sobrinas están incluidas mis hijas. ¿Os gustan? Besos PD. En el Blog   Pumuky manualidades    están de sorteo, así que animaros y de paso os dais una vueltecita.