Caprichos y agradecimientos

¡Hola chicas… y chico!

Ya con la vuelta a la rutina de nuevo nos adentramos en nuestro mundo de labores y otros quehaceres con los que el tiempo se nos pasa en un plis.

Tras el paso de Sus Majestades por mi casa, os enseño un par de cositas que tienen que ver con nuestro mundillo y que dicho sea de paso son los regalos que con diferencia más me gustan (hombre, un viajecito a las Bahamas tampoco me hubiera disgustado, pero mucho me temo que “Mi Rey Mago” no está por la labor de sorprenderme nivel Dios)

No sé si en alguna ocasión os he comentado que me chiflan las tijeras, pues bien, ver este conjunto y comenzar a babear fue todo uno. Menos mal que “Mi Rey Mago” tenía la bayeta a mano para que no le mojara el parquet. Ja, ja, ja…

Otro detalle que me llevaba loca desde hacía tiempo, es este canutero para las agujas. Está imantado y funciona como si fuera una barra de labios, tú lo giras y aparecen todas las agujas sin que se caiga ni una. La otra pieza son unas pinzas que las encajeras utilizamos para anudar ese bolillo puñetero que se rompió tan al borde, que no alcanzas a anudarlo con los dedos. Esto ha sido un regalito por parte de Santi, delante de la cual no puedes abrir la boca. Antes de que la cierres ya te lo ha comprado. Gracias Santi, sabes que estas chorraditas me encantan.

Y como dice mi madre “Es de bien nacido ser agradecido”, como muestra de ello le he confeccionado un par de bolsas para los zapatos o para lo que deseen guardar cuando hace sus escapaditas junto a su costilla. Una para ella y otra… para la costilla Ja, ja, ja…

También he querido tener un detalle con Paquita y con su marido Miguel, autor del cajón para mi Refrey que os enseñe aquí. Gracias de corazón.

Y bien chicas por hoy es todo, sigo haciendo cositas para mostraros, aunque estoy metida en un trabajito de encaje y ya sabéis que en esa labor, no se corre tanto.

Besos