La Trapería

Hola chicas… y chico! Como se nota el fresquibiri ¿eh…? Y hablando de fresquibiri (¿habéis visto como hilo…? ja, ja, ja). Hoy os enseño algo que tengo acabadito desde Septiembre y que estaba deseando de enseñaros pero esperaba que se acercara más las fechas Navideñas. Así que, nos ponemos en modo ON navideño. Desde las Navidades pasadas tenía las telas, pero, como el arrebato me dio a última hora, entre reuniones familiares, vé para aquí o para allí, andar metida en la cocina haciendo chorraditas de las mías y tal, pues que decidí recoger amarras, dejarlo para otro año y disfrutar de las Navidades y de mi gente que eso es al final lo que te llevas al hoyo (espero tardar, pero vamos, que cuando “la pelona” quiera). ¡En fin… que este año no se me adelanta ni El Corte Inglés! Desde hace muchísimo tiempo me hacía ilusión tener una mantita de sofá navideña y ahora por fin lo he conseguido. Encontré la inspiración en una reviste de las muchas que suelo comprar y me gusto

¡Hola chicas… y chico! Pues que resulta que yo hoy tenía otra entrada preparada, pero en mi vida se suceden los acontecimientos a una velocidad que francamente me supera Ja, ja, ja… Es lo que tiene tener una vida social tan intensa Ja, ja, ja… Hoy como cada 17 de Noviembre (como siempre y sin tarjeta chalaila, chalaila…) es mi cumpleaños y aunque no soy de grandes eventos, pues hombre, en casa hacemos una comida un tanto especial. Mis chicas y “mi churri” se las han averiguado para tener conmigo un detallito de esos que saben que me chiflan. ¡Como conocen a la mama! Mirad que pocholada de telitas y que botones tan monos. ¿Habrá algo que me haga más feliz? Por mi parte, yo también he tratado de hacerlos felices a ellos haciéndoles canelones de esos que como a una madre, no le salen a nadie. ¡Estaban buenísimos! Del postre también se han encargado ellas, pero de las velas…no. Así que han tirado de esa caja que guarda la mama con velas de anteri

¡Hola chicas… y chico! Hoy tengo la sensación de rendir cuentas con el pasado. Lo que antaño fue el mundo de la confección y lo es que hoy. Esa sensación de avanzar pero sin embargo, sentirse anclada en el pasado. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? ¡O no…!    Resulta ser, que por avatares de la vida, me hice con una de esas maquinas de coser que para mi, es de lo mejorcito que ha existido, la Refrey Transforma 427. ¡Esto es una todo terreno y lo demás tonterías! Lo mismo te cose tejano, licra, seda… ¡En fin, lo que le eches…! Como yo no soy de ahora guarda, ahora saca, ahora vuelve a guardar, pues decidí hacerle una funda para cuando estás haciéndola servir de continuo y no quieres que coja polvo. Paquita, una de las compis del taller de encaje, enredó a su marido Miguel (carpintero de profesión y de los buenos, fino y pulido cosa mala) y nos hizo un cajón en madera que le venía que ni pintado. Muchisimas gracias Miguel.    Seguidamente me puse manos a la

¡Hola chicas…y chico! Pues que resulta que de nuevo se me presenta la oportunidad de realizar un trabajito destinado a un chico, ya sabéis todas que es algo que ocurre en muy contadas ocasiones. Esta vez se trata de una funda para la tablet y el teclado, llevándolo todo junto es mucho más cómodo. Como el destinatario es un fan de la serie Naruto, y yo, una enamorada de las aplicaciones, pues nada mejor que unir ambos gustos y el resultado es esta funda con la imagen de Naruto el protagonista de la serie. Dentro lleva un bolsillo interior que hace a las veces de separador de ambos aparatos. En la cremallera un charm con el anagrama de dicho personaje y listo. Espero haber dado la talla y que le guste al destinatario. Besos